LOS KLM 5 Y 13 ME CONTEMPLAN...
Desde la distancia me contemplaba irónico y me parecía adivinar una sonrisa vengativa en su trazado. Poco antes de pasar por el quirófano, yo había conseguido domar esta fuerte subida en mis entrenos. Ya había conseguido doblegarla y conseguía pasar por allí con algo más de gloria que pena. Pocas semanas antes, en los entrenos para la Media, esta subida se me atragantaba y los términos se invertían: pasaba por allí con más pena que gloria.
Es cierto, en la sinuosidad de su perfil, me parecía ver una sonrisa socarrona de venganza. Parecía decirme: mira dónde estabas y dónde estás ahora. A mí, sólo me quedaba hacer una cosa, mirar cabizbajo la escayola que entonces arrastraba y dar la media vuelta con las muletas en ristre. De mis labios sólo salía una palabra: Volveré.
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