¡¡Cambiando el chip que es gerundio!!
Lo que necesito es algo bien diferente. La necesidad obliga. Y lo que yo necesito ahora, es cambiar el chip.
Hoy me atrevo a comenzar a publicar aquí un relato al que le tengo un especial cariño. Es de corte muy personal e intimista y tal vez sirva para conocer un poco más de mí. Conoceréis una faceta mía de la que no he hablado nunca hasta ahora, y que se refiere a mi pasión por el mar. Y no lo he hecho por nada especial, sino porque nunca ha venido a cuento.
No está escrito ahora, Lecter. Lo escribí hace tres años. Llegué a publicarlo en otro lugar, como lo voy a hacer ahora aquí. La diferencia está en que entonces lo fui publicando por partes y escribiéndolo sobre la marcha, y ahora lo tengo escrito, terminado y guardado.
También aquí lo voy a hacer así. Por partes y poco a poco. Tampoco es cosa de que se atragante nadie.
Entonces, los que lo leyeron no me dieron tregua. A medida que leían, iban pidiendo más. Conseguí cumplir con lo prometido. Lo escribí como hago yo estas cosas, con mucho cariño. No me costó trabajo. Me salió solo. Ahora, deseo las dos cosas: dároslo a conocer, y ojalá que también os guste. Y no me costó trabajo porque llevaba semanas escribiéndolo en mi cabeza, dándole forma, recopilando recuerdos y ordenándolos.
¡Va por vosotr@s! Mis amig@s del foro de los Novatos. Mis amig@s deportiv@s de carreraspopulares.com. y de mi querido grupo de entrenamiento, el gran GGM, el Gran Grupo de Moratalaz al que tanto echo de menos. A vosotr@s os lo brindo con todo mi corazón. Igual que entonces lo hice con otr@s muy buen@s amig@s que tengo en otro lugar.
Para vosotr@s.
Pepemillas
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