"Mañana voy a currar en bolas"
Hay casualidades en la vida que a veces me dejan pasmado. Una de ellas es la que se dio ayer. Precisamente ayer que escribí la columna ¿Qué ha sido de la cortesía?, al llegar la noche, después de cenar eché mano del diario gratuito 20 Minutos, y me encuentro la sorpresa que me encuentro. Me quedé perplejo.
Resulta que una mujer escribe una colaboración en términos parecidos a los que yo empleé en mi columna. El tema es el mismo. El de ella aplicado a sus circunstancias, y el mío a las mías, pero la queja en concreto es la misma.
A continuación lo reproduzco palabra por palabra, pero antes quiero hacer una puntualización. Dije que los asientos reservados en los transportes públicos son para personas con alguna minusvalía. Eso no es del todo acertado. Lo correcto sería decir que además de para personas con alguna minusvalía, también lo son para embarazadas y para la tercera edad expresión que siempre me ha resultado chocante, pero es la que es -.
Dicho esto, reproduzco el artículo. Es breve, pero no tiene desperdicio:
"Mañana voy a currar en bolas
Cuando era pequeña me flipaba el hecho de poder ser invisible, y ahora me doy cuenta de que no necesito magia para serlo: basta con estar embarazada, y pasaré desapercibida en todos los medios de transporte.
Estoy embarazada de bastantes meses y sufro con indignación la incomprensión de miles de viajeros a diario. Cada vez que subo al autobús, al tren o al Metro, nadie me cede ese sitio que tenemos reservado las embarazadas. Gracias a todos los que tienen su trasero bien pegado al asiento mientras yo sufro los dolores y el peso de mi tripa de pie, expuesta a los golpes, frenazos y empujones.
Porque hace frío, que si no, mañana voy a currar en bolas, como no me ve nadie, no me importa."
Sonia, 35 años.
FUENTE: Diario gratuito 20 Minutos. Edición de Madrid. 21 de Diciembre de 2006. Sección Cartas de los lectores.
3 comentarios
Pepemillas -
Miguel Angel... SINVERGÜENZA.
merak -
ag_ana -
En los demás transportes como está el cartel, si no me lo daban, lo pedia sin ningun tipo de complejosm total, los que quedaban como patanes eran los flojos que miraban para otro lado.